Gracias José Antonio,
Para este modesto gruísta, aprendiz de poeta, siempre serás “como un árbol batido…como un hombre sin más”. Como un buen hombre, para el que tengo reservado un lugar muy especial, en el pequeño altar de mi memoria, justo al lado de mis padres, con lo que colaboraste sin saberlo, a formarme como persona.
Mis primeros recuerdos de las letras de tus canciones, se remontan a mi juventud, cursando COU en un instituto franquista, imagínate, como sonaba entre aquellas paredes, entre los curas y profesores de formación del espíritu nacional, la palabra libertad….
Te fuiste “por viejos caminos, igual que se marcha el viento”.
Yo creo que existe un cielo exclusivo, reservado para los poetas, hasta el que siguen llegando los sones de sus inmortales canciones. Machado, Lorca, Alberti, Goytisolo, Labordeta y muchos más, seguro que se sienten felices al escuchar, una y otra vez los poemas que escribieron pensando en todos nosotros.
José Antonio, miles de voces seguirán cantando a través de los años, a los valores que tu promulgabas, el amor a la tierra, la justicia, la libertad, la solidaridad, la conciencia de clase y sobre todo al amor.
Gracias por tu siembra.